viernes, 20 de noviembre de 2009

Báilame el agua




¡Hola compañeros! en esta entrada me gustaría poner un poema que me encantó en cuanto lo oí, es de una pelicula que se llama "Báilame el agua", llevaba tiempo intentando meterlo aquí, y ahora que tengo un ratito lo meto. Espero que os guste tanto como a mi.

Báilame el agua
Úntame de amor y otras fragancias de tu jardin secreto.
Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atado de una correa que apriete demasiado.
Házme sufrir.
Aviva las ascuas.
Pónme a secar como un trapo mojado.
No desates las cuerdas hasta que ya sea tarde, demasiado tarde.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea ni tuya ni mia, que sea de todos.
Líbrame del estigma.
Llámame tonto.
Sacrifica tu aureola.
Perdonamé.
Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora.
No me arrastres. Vete lejos. Pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Sangra mi labio con sanguijuelas de colores.
Fuma un cigarro por mi. Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
No lo toques.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sueña feliz que yo me encargaré de tus enemigos.
Dame la llave de tus oidos.
Toca mis ojos abiertos.
Nota la textura del color.
Hasta reventar.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿ Por cuánto te vendes?
Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lamere hasta que no sepan a miel, hasta que dejen de ser miel.
Sal, niégalo todo y después vuelve.
Te invito a un café.
Caliente, claro.
Y sin azúcar.
Sin aliento.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Gertrudis y Catalina



Gertrudis La Grande

Nació el 6 de enero de 1256, en Turingia. A los cinco años fue enviada a estudiar al monasterio benedictino Helfta, donde su maestra era su hermana de sangre y abadesa.

Gertrudis era atractiva e inteligente y con el tiempo tomó el hábito en el mismo convento.

Se adelantó en algunos puntos, a su tiempo, como la comunión frecuente, la devoción a San José y la devoción al Sagrado Corazón.

Dicen que en dos visiones diferentes reclinó la cabeza sobre el pecho del Señor y oyó los latidos de su corazón.

Gertrudis murió el 17 de noviembre de 1301.


Santa Catalina de Siena

Nació en Siena en 1347, el año anterior a la tristemente célebre Peste Negra que asoló a toda Europa, fue la penúltima de sus 25 hermanos. Era hija de Giacomo Benincasa y de Lapa, una mujer muy trabajadora.

Cuando era niña recibió una visión del cielo: vio a Jesús sentado en un rico trono y le acompañaban los Apóstoles San Pedro, San Pablo, San Juan, etc.

Desde entonces hacía todo mucho mejor que antes y de modo casi impropio de una jovencita de su edad. Parecía estar ensimismada y fuera de sí.

Pero su madre quería quitarle esas "manías" entonces la puso al servicio de la criada
de la casa, pero Catalina acepta esta nueva misión y se entregó de lleno a servir a los demás y lo hacía con gran cariño.

Su madre quería que se casase con un joven apuesto que ella misma le proponía pero Catalina no quería casarse, ella pensaba de otra forma, ella ya se había desposado con el Señor Jesucristo.

Gozó de grandes revelaciones del cielo y nos dejó obras inmortales de profunda sabiduría, como el Diálogo. Por ello merecerá el reconocimiento de la iglesia que la declarará como la segunda mujer doctora de la iglesia, poco después de haber declarado doctora a Santa Teresa de Jesús.

A los 33 años moría el 29 de Abril de 1380